"Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida". Con esta finalidad de formar, capacitar nuevos misioneros y en la línea de la Misión Continental, la parroquia "El Buen Pastor" organizó la escuela para misioneros, los días 28, 29, 30, 31 de marzo y 1 de abril, en el salón "Daniel Comboni" de dicha parroquia. A esta escuela participaron aproximadamente ochenta personas, entre jóvenes, adultos, sacerdotes, religiosas, catequistas...
Los temas que se profundizaron fueron: Primer día, Discípulos y misioneros a la luz del documento de Aparecida, donde se enfatizó que todos somos misioneros y estamos llamados a evangelizar en el lugar donde estamos, es decir, casa, trabajo, parroquia, etc.
El segundo día se puso énfasis sobre la lectura orante de la Palabra de Dios. Para ser misioneros y evangelizadores, es necesario escuchar a Jesús, para luego ir a compartir lo que Dios nos dice a través de su Palabra.
El tercer día se profundizó sobre la Misión de la Iglesia después de Aparecida. Es decir, que la Iglesia es misionera por naturaleza y que todos los bautizados estamos invitados a continuar la misión de Jesús, para ello, debemos tener un encuentro con El para luego ser enviado y anunciarlo.
El cuarto día se ha visto el Kerigma y sobre la importancia del anuncio de la Buena Nueva de Jesús a todos los grupos de la sociedad y, por último, el quinto día se ha dado algunas pautas, metodologías y formas de evangelizar en la práctica, cuando vayamos al encuentro de las personas, en nuestro barrio, nuestra parroquia, etc.
Agradecemos a los profesores Rafael Laynes, Alexis Barreto y a los padres William Dal Santo (párroco), Tarcisio Marín y Ernesto Vargas, que fueron los ponentes de los temas durante este curso. También agradecemos al equipo que ha organizado esta escuela y a todos los participantes, que a pesar de sus diferentes actividades, se han dado un tiempo para capacitarse y empaparse más de la misión. Ojalá, esta escuela haya servido para tener otra visión de la nuestra realidad y todo lo que hemos aprendido, lo podamos compartir con nuestra familia, vecinos y amigos. Que Cristo, el Misionero del Padre, nos ayude en este camino que hemos empezado de discípulos y misioneros.
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