El papa Benedicto XVI pidió el domingo (ayer), durante su tradicional rezo del Ángelus, oraciones para que nazcan nuevas vocaciones de religiosos y laicos para que se dediquen a una nueva evangelización.
Durante el Ángelus, el papa explicó que "el Evangelio ha transformado el mundo y lo sigue transformando como un río que riega un inmenso campo".
Añadió además, que hoy "Vivimos en una época de nueva evangelización. Protagonistas de esta misión son hombres y mujeres (...) que aceptan trabajar en la viña del Señor, obreros humildes y generosos que no piden otra recompensa que la de participar en la misión de Jesús y de la Iglesia".
En su mensaje, el papa resumió su catequesis al explicar que "en el Evangelio de este domingo, el propietario de la viña representa al Padre Celestial, que sale, una y otra vez, en busca de aquellos que quieren trabajar en su viña, y "da como recompensa, dice San Agustín, un denario a cada uno porque a todos será igualmente dada la misma vida eterna".
Por último, el Papa Invitó a todos a reconocer la inmensa generosidad y bondad de Dios, que está por encima de los cálculos humanos. "Lo que el Señor espera de nosotros es que cada uno haga bien y confiadamente su trabajo, y que reciba con gratitud lo que de Él procede".
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