Al principio del mes de junio celebramos la 3ª gran fiesta cristiana, la Pascua del Espíritu Santo que es Pentecostés. Jesucristo comparte con nosotros y nos envía la Fuerza Viva que le animaba a Él y le hacía tan especial. El Espíritu Santo hace presente a Cristo en nosotros y modela nuestro corazón de acuerdo con su Sagrado Corazón. El Espíritu Santo pone a Jesucristo en el centro de nuestras familias y de nuestra comunidad parroquial para que ya no sean simples grupos humanos, sino verdadera obra de Dios. Gracias al Espíritu podemos ser semejantes a Jesús en su pensar, en el obrar, en el espíritu de oración, en la fraternidad y en la solidaridad. ¡Ven, Espíritu Santo y riega la tierra en sequía de nuestra pobre vida!.
En este mes de Julio vamos a celebrar el mes de la Familia. El Espíritu Santo es el Espíritu del amor que supera las diferencias y une a los esposos más allá de los intereses individualistas hasta poder llegar a ser uno. Es el amor que se comunica en la transmisión de la vida al engendrar los hijos y educarlos alimentando su corazón con la entrega y la dedicación de cada día para vivir unidos.
El Corpus Christi y el Sgdo. Corazón son las fiestas de Junio. Nos hablan de la entrega y del amor de Jesús. El Corazón de Jesús late, vive y desprende llamas de amor en la Eucaristía. Acudamos con frecuencia a ella para alimentarnos del Amor de los amores y fortalecer nuestra fe. Un abrazo cariñoso a todos.
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